sábado, 12 de noviembre de 2011

La segunda revolución industrial y las transformaciones empresariales

Entre 1870 y 1914 asistimos a una nueva etapa de crecimiento económico a la que denominamos Segunda Revolución Industrial, caracterizada por un extraordinario progreso científico y técnico, pero también la aparición de una nueva organización del trabajo y de nuevas fórmulas financieras y empresariales, que permitieron un espectacular desarrollo de la producción, del comercio y de los transpor­tes. Nuevas formas de industrialización se difunden por los países más desarrollados y aparecen nuevas potencias industriales, como Estados Unidos, Alemania o Japón. Los sectores industriales se diversificaron, gracias a la aplicación de nuevas energías (petróleo, electricidad), materias primas (hierro, aluminio, cinc, níquel) y nuevos sectores industriales (metalurgia, industria química, eléctrica, electrónica, transporte, etc.). En esta etapa, la economía crece, adquiere una dimensión  internacional y se hace más competitiva. Las principales potencias industriales dominan el sistema capitalista mundial y extienden su control colonial e imperia­lista sobre todas las regiones de la Tierra. 

Si queréis mas información sobre la 2ª Revolución Industrial, aquí os dejo estos dos enlaces:

También os puede ayudar el siguiente documento pdf, tomado de las páginas de Artehistoria
 
La aplicación de todos los avances tecnológicos que constituyen la base de la producción industrial a partir de la Segunda Revolución Industrial van a requerir un gran volumen de capitales que no todas las empresas podrán realizar, se va a producir así una serie de transformaciones empresariales para adaptarse a la nueva necesidad del mercado y ser más competitivas.
V.I. Lenin (Wikipedia)

Este fenómeno se conoce históricamente como capitalismo financiero. Se debe a Rudolf Hilferding (El capital financiero, 1909) y a V.I. Lenin (El imperialismo, fase superior del capitalismo, 1917) la mejor definición del proceso que esta ligado al fenómeno imperialista. Se desarrolla a partir de 1870 y paralelamente al desarrollo y difusión de la Segunda Revolución Industrial, caracterizado por el empleo de amplias inversiones de capital, creación de grandes unidades de producción y la financiación a gran escala, lo que da lugar a la aparición y protagonismo de instituciones como la banca, las sociedades anónimas, la Bolsa, etc. El capitalismo financiero y empresarial tuvo como resultados el gran desarrollo industrial, los monopolios, el crecimiento del comercio y de las inversiones en el exterior, la aparición de un nacionalismo más agresivo y del imperialismo colonialista. La expansión del capitalismo y del comercio se extendió al ámbito de la producción y el consumo, que ya no tienen fronteras, y se desarrollan en un mercado internacional, caracterizado por un intercambio desigual entre los pueblos y unas diferencias de riqueza entre las naciones. 

1. La concentración empresarial

La figura del pequeño empresario que se autofinancia va a permanecer en países como Gran Bretaña, Francia o Bélgica, pero lo normal es que la nueva realidad, y la creciente necesidad de capitales para la investigación científica y la inversión en máquinas y nuevas tecnologías, generen una concentración de las empresas en países como Alemania o Estados Unidos. Las tres causas que llevan a este proceso de concentración son:

  1. La complejidad de las técnicas que aumenta el costo de las máquinas,
  2. El aumento de la rentabilidad tras la concentración, y
  3. La mayor resistencia frente a las crisis del capitalismo, es más fácil que quiebre una empresa pequeña que una grande.

La concentración empresarial podía ser de dos tipos: horizontal o vertical. La primera se producía por la asociación de empresas con la misma actividad productiva, por ejemplo la alianza entre varias empresas automovilísticas, es un tipo de asociación débil, normalmente se basa sólo en ponerse de acuerdo en los precios para controlar el mercado, a esto también se le llama Kartell o Cartel. La concentración vertical era la fusión de empresas de diferente fase productiva como por ejemplo una industria de automóviles, con una de neumáticos..., es una unión más fuerte que la anterior y a veces se trata de una misma empresa que crea filiales suyas en las distintas etapas productivas, esto se llama Konzert o truts (algo similar a lo que en Japón se conoce como Zaibatsu, aunque en este caso estas corporaciones controlan grandes empresas en diversos sectores industriales). Como vemos las asociaciones de empresas crean empresas más grandes que llegan a controlar en muchos casos el mercado de un determinado producto, se llega así al monopolio de un producto, algo contra lo cual se oponía el principio de libre competencia del liberalismo económico que se dio en la Iª Revolución  Industrial, y algunos gobiernos como el de Estados Unidos lanzaron las famosas leyes antitruts. Estas leyes prohíben los monopolios y obligan a las empresas a dividirse en otras de menor tamaño, con la finalidad de propiciar la competencia.
Por último, el holding es una forma de concentración empresarial surgida durante la segunda revolución industrial a finales del siglo XIX. Consiste en la creación de una sociedad anónima que, gracias a sus participaciones financieras, controla un grupo de empresas de la misma naturaleza, quedando de esta forma unidas por un conjunto de intereses. Así se controlaban empresas pertenecientes a sectores productivos diversos, mediante la adquisición de la mayoría de sus acciones en la Bolsa.
Para que estos grupos empresariales vendieran era necesaria una demanda grande pero para eso los precios debían ser muy bajos y sólo ellos los podían garantizar con nuevos métodos de “gestión científica”, entre otras cosas por la utilización por primera vez de la cadena de montaje, estableciendo con éxito de los nuevos métodos de producción. 
FUENTE: La página de Peter
Taylorismo. Las recomendaciones de la «organización científica del trabajo» se deben a F. W. Taylor. Cada operación quedaba compartimentada en una sucesión de tareas mecánicas y repetitivas, con lo que dejaban de tener valor las cualificaciones técnicas o artesanales de los obreros. Los costes de adiestramiento de la mano de obra se redujeron. Este análisis del trabajo permitía, además, organizar las tareas de tal manera que se redujeran al mínimo los tiempos muertos por desplazamientos del trabajador o por cambios de actividad o de herramientas; y establecer un salario a destajo (por pieza producida) en función del tiempo de producción estimado, salario que debía actuar como incentivo para la intensificación del ritmo de trabajo. La tradición quedaba así sustituida por la planificación en los talleres, pasando el control del trabajo de manos de los obreros a los directivos de la empresa y poniendo fin al forcejeo entre trabajadores y empresarios en cuanto a los estándares de productividad. Al tiempo que la descualificación de la mano de obra eliminaba la incómoda actividad reivindicativa de los sindicatos de oficio (basados en la cualificación profesional de sus miembros), que eran las únicas organizaciones sindicales que tenían fuerza en aquella época en Estados Unidos.
Fordismo. La clave del éxito de Henry Ford residía en su procedimiento para reducir los costes de fabricación: la producción en serie, conocida también como fordismo. Dicho método, inspirado en el modo de trabajo de los mataderos de Detroit, consistía en instalar una cadena de montaje a base de correas de transmisión y guías de deslizamiento que iban desplazando automáticamente el chasis del automóvil hasta los puestos en donde sucesivos grupos de operarios realizaban en él las tareas encomendadas, hasta que el coche estuviera completamente terminado. El sistema de piezas intercambiables, ensayado desde mucho antes en fábricas americanas de armas y relojes, abarataba la producción y las reparaciones por la vía de la estandarización del producto. La optimización de los rendimientos y el abaratamiento de las mercancías, permitió el acceso a las mismas a un creciente número de consumidores. Al mismo tiempo, la dirección de la empresa adquiría un control estricto sobre el ritmo de trabajo de los obreros, regulado por la velocidad que se imprimía a la cadena de montaje.
FUENTE: La página de Peter
El objetivo en ambos casos es:
   

  • Aumentar la producción para atender el creciente consumo de masas.
  • Elaborar productos standard.
  • Emplear mano de obra poco cualificada.
 Con todo ello reducir los costes de producción, disminuyendo el precio de los productos finales, haciéndolos así asequibles a un mayor porcentaje de la población. De esa manera quebraban las pequeñas empresas y ellos se hacían con el mercado, para el consumidor era una ventaja, pero una vez que el mercado estaba en sus manos ya podían poner el precio que quisiesen pues no existía la competencia.

2. Las sociedades por acciones y la concentración bancaria

La financiación de la industria exigía grandes cantidades de capital, a menudo las empresas se financiaban al realizar una ampliación de capital y emitir acciones que se compraban y se vendían en la bolsa, surgen así las sociedades por acciones en las que el dueño no es uno sólo sino el que posee la mayor parte de las acciones. El papel de los bancos va ser también importante ya que son ellos los que disponen de grandes capitales para comprar las acciones de las empresas que salen a la bolsa. Los bancos van a sufrir también un proceso de concentración importante y se van a realizar fusiones que van a acabar con los pequeños bancos surgiendo en esta época grandes grupos bancarios como la Societé Generale de la Banque en Francia, el Deutsche Bank en Alemania, la Banca Morgan en Estados Unidos...
FUENTE: La Página de Peter

Gran Bretaña será el país donde la estructura bancaria esté mejor organizada y los bancos se dividirán en bancos comerciales donde el ahorro privado se canalizaba hacia inversiones a medio plazo, y bancos industriales con fondos propios que financiarán la industria y con beneficios a largo plazo.

En el siguiente vídeo os dejo una visión sobre la industrialización del genial Charles Chaplin en su película Tiempos Modernos (1936), para que lo disfrutéis, después de una ardua exposición conceptual.



Y para aquellos adictos y con inquietudes cinéfilas, os incluyo este pequeño documento de audio sobre la película. Espero que os anime a sugerir alguna otra película relacionada con el tema y sobre la que podáis hacer algún comentario.

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